Alguien, léase la chica con la que vivo, me contó de “Ely” Romero. Me dijo que era profesora de teatro, que hace algo llamado “teatro de protesta social”, eso me intrigo así que decidí salir a buscarla.
La encontré en el centro cultural Aime Paine reunida con un grupo de mujeres, entre ellas estaba yo, mi fin era robarle una entrevista a “Ely”.
Nos encontrábamos sentadas en ronda, hasta el momento no sabía cual de todas ellas era, pero mi instinto señalaba a quien estaba justo enfrente mío. Una mujer de botas marrones, jeans claro, pelo negro y figura delgada, mi convencimiento era total. Decidí acércame a ella para pedirle una entrevista, me sentía un poco nerviosa, me miró y fue como sino me hubiese escuchado, se distrajo por unos segundo hasta que volvió su mirada a mis ojos y me sorprendió cuando dijo “mañana nos juntamos en mi casa y charlamos”. La sensación fue como si fuéramos viejas amigas que algo nos debíamos. Así fue nuestro primer encuentro. Me recibió al día siguiente en su casa como una integrante más de la familia, aunque era una simple desconocida. Entre mate y galletitas me habló de ella. Se recibió de profesora de teatro en el Instituto Nacional Superior de Artes (INSA) actualmente Instituto Universitario Patagónico de Artes (IUPA). De a ratos su mirada constante me desconcentraba, podía ver esos brillosos ojos que desbordan pasión cuando hablaba de su profesión. Me contó el comienzo del grupo “Normal uno” con el que presentó su obra de teatro “Nenas”. Cuando se conformaron como grupo se instalaron a practicar en el Teatro de la Estación, ubicado cerca de las vías del tren, sobre la calle 9 de Julio. Comenzaron a plantearse necesidades distintas de lo que querían hacer, mostrar y decir. El actor principal del teatro de protesta es “La sociedad”. Para el grupo ésta exponía, al igual que ahora, violencia, opresión de género, violaciones de mujeres, desapariciones, siendo el mejor ejemplo el caso de Romina Tejerina, la adolescente jujeña que mató a su beba recién nacida producto de una violación. “Planteamos hacer una obra biográfica de lo que estaba pasando con la mujer, de denuncia, todo encarado desde lo artístico”. Con este pensamiento y el marco social que transcurría escribió “Nenas”. “Era difícil de aunar criterios y salir a defender una obra que hablaba del aborto, la discriminación, la violencia, del lugar que ocupa la mujer en la sociedad, la iglesia, era duro”. El grupo quería mostrar “algo que arme revuelo”, hasta ese momento ellas sin saberlo estaban mostrando a la perfección lo que es el teatro de protesta social. La obra fue un existo no solo tuvieron varias presentaciones en el la zona de Río Negro, sino que además hicieron cuatro funciones en Mar del Plata, “al terminar cada obra, se nos acercaba gente para ver quien la había escrito y si la podíamos mostrar en otro lado”. Las repercusiones variaron estaban los que la rechazaban totalmente y los que se sentian identificados con lo que veían, al punto que se le acercaron mujeres para decirle que después de ver la obra habían denunciado a su marido por los mal tratos. Este es el fin de “Ely”, lograr con cada obra un cambio en la sociedad, que las personas vuelvan a sus casas pensando sobre lo visto. Esto es el teatro de protesta, una manera original de denunciar las problemáticas sociales.
Así nació el teatro de protesta para "Ely"
fotografia tomada por "Ely" Romero